El local era bastante pequeño y algo agobiante
pero estaba a reventar y eso me ilusionaba más que nada. Nos encontrábamos en
la parte de atrás del escenario. Quedaban 15 minutos para salir. En ese momento
Katia entró en la habitación. Llevaba unos pantalones vaqueros bastante ceñidos
una camiseta con el dibujo de un chico y un chaleco encima. Unas converse con
estrellas cubrían sus pies y llevaba el largo pelo rubio recogido en una
trenza. Me aproximé a ella y le di un corto abrazo.
-Chicos, esta es Katia Blaze, esa chica tan maja de la que os he hablado. Katia, estos son Jake, Jack, Rose y Eric.
Todos se presentaron amablemente a la recién llegada y en seguida socializaron con ella.
Llegó la hora de estar bajo los focos así que salimos al escenario y lo hicimos lo mejor posible. Al acabar el concierto salimos del local y unos cuantos chavales nos pidieron autógrafos, lo cual me sorprendió bastante.
Decidimos salir de fiesta e invitamos a Katia a que se uniera. Ella aceptó encantada y nos recomendó un local de por allí cerca.
Bailamos, bebimos y nos lo pasamos tremendamente bien.
A la mañana siguiente desperté en el suelo del autobús, tapada con una manta, junto a Eric y desnuda. Posiblemente, por no decir seguro, habríamos llegado muy borrachos nos había dado un calentón y nos habíamos acostado.
Escudriñé el interior del bus y vi que todos dormían. No encontré a Katia por lo que supuse que se había ido a casa. Me levanté aún desnuda y me dirigí al baño para darme una ducha.
-¡Ya no puedo esperar más!- Exclamó Jeffrey golpeando la mesa y asustándonos.- ¡Tengo la mejor noticia posible!
Todos paramos de comer y lo miramos expectantes.
-¡He encontrado novia!- Proclamó.
-Chicos, esta es Katia Blaze, esa chica tan maja de la que os he hablado. Katia, estos son Jake, Jack, Rose y Eric.
Todos se presentaron amablemente a la recién llegada y en seguida socializaron con ella.
Llegó la hora de estar bajo los focos así que salimos al escenario y lo hicimos lo mejor posible. Al acabar el concierto salimos del local y unos cuantos chavales nos pidieron autógrafos, lo cual me sorprendió bastante.
Decidimos salir de fiesta e invitamos a Katia a que se uniera. Ella aceptó encantada y nos recomendó un local de por allí cerca.
Bailamos, bebimos y nos lo pasamos tremendamente bien.
A la mañana siguiente desperté en el suelo del autobús, tapada con una manta, junto a Eric y desnuda. Posiblemente, por no decir seguro, habríamos llegado muy borrachos nos había dado un calentón y nos habíamos acostado.
Escudriñé el interior del bus y vi que todos dormían. No encontré a Katia por lo que supuse que se había ido a casa. Me levanté aún desnuda y me dirigí al baño para darme una ducha.
-¡Ya no puedo esperar más!- Exclamó Jeffrey golpeando la mesa y asustándonos.- ¡Tengo la mejor noticia posible!
Todos paramos de comer y lo miramos expectantes.
-¡He encontrado novia!- Proclamó.
Lo miramos con cara de:
"Estás de broma, ¿no?"
-Es broma, es broma...- Aclaró.- Es mucho mejor, anoche... alguien influyente en Insane Records vio vuestro concierto... ¡Y QUIERE CONTRATAROS!
Todos saltamos, gritamos, nos abrazos volvimos a gritar e hicimos que el contenido de nuestras tazas se derramase.
-Lo único negativo es que nos tendríamos que ir a Los Ángeles antes de diez días.
"¿Negativo?" me pregunté. Era la mejor noticia que me habían dado jamás.
-¿Estáis dispuestos?- Preguntó Jeffrey.
Nos miramos emocionados los unos a los otros y respondimos afirmativamente.
Estábamos de nuevo en Knoxville pero por poco tiempo. Nos íbamos a LA en un par de días.
Antes de regresar habíamos pasado un par de días en Austin. Katia y yo nos habíamos hecho buenas amigas. Le propuse que se viniese con nosotros a Los Ángeles pero declinó la oferta diciendo que no podía en esos momentos pero que no descartaba la idea para más adelante.
Mi madre reaccionó como una histérica al conocer la noticia de que me iba a vivir a Los Ángeles pero su opinión poco importaba. Me insultó. Me insultó tanto como pudo y me atacó utilizando el tema que más me dolía. Mi padre. Intentaba ignorar todos sus comentarios, no le respondía, pero me herían en lo más profundo del alma. Recé a dios por ella, cosa poco habitual en mí pues no era demasiado creyente, y le pedí que estuviese bien y volviese a ser lo que era.
Tras muchos preparativos nos pusimos de camino a Los Ángeles. En esta ocasión viajábamos en un coche 7 plazas, pues el alquiler del bus había acabado. El viaje fue algo largo y cansado, pero mereció la pena. Llegamos tarde, a eso de las dos de la madrugada, por lo que decidimos irnos a dormir y explorar LA al día siguiente.
-Es broma, es broma...- Aclaró.- Es mucho mejor, anoche... alguien influyente en Insane Records vio vuestro concierto... ¡Y QUIERE CONTRATAROS!
Todos saltamos, gritamos, nos abrazos volvimos a gritar e hicimos que el contenido de nuestras tazas se derramase.
-Lo único negativo es que nos tendríamos que ir a Los Ángeles antes de diez días.
"¿Negativo?" me pregunté. Era la mejor noticia que me habían dado jamás.
-¿Estáis dispuestos?- Preguntó Jeffrey.
Nos miramos emocionados los unos a los otros y respondimos afirmativamente.
Estábamos de nuevo en Knoxville pero por poco tiempo. Nos íbamos a LA en un par de días.
Antes de regresar habíamos pasado un par de días en Austin. Katia y yo nos habíamos hecho buenas amigas. Le propuse que se viniese con nosotros a Los Ángeles pero declinó la oferta diciendo que no podía en esos momentos pero que no descartaba la idea para más adelante.
Mi madre reaccionó como una histérica al conocer la noticia de que me iba a vivir a Los Ángeles pero su opinión poco importaba. Me insultó. Me insultó tanto como pudo y me atacó utilizando el tema que más me dolía. Mi padre. Intentaba ignorar todos sus comentarios, no le respondía, pero me herían en lo más profundo del alma. Recé a dios por ella, cosa poco habitual en mí pues no era demasiado creyente, y le pedí que estuviese bien y volviese a ser lo que era.
Tras muchos preparativos nos pusimos de camino a Los Ángeles. En esta ocasión viajábamos en un coche 7 plazas, pues el alquiler del bus había acabado. El viaje fue algo largo y cansado, pero mereció la pena. Llegamos tarde, a eso de las dos de la madrugada, por lo que decidimos irnos a dormir y explorar LA al día siguiente.